El Comité Editorial de la Revista Cubana de Meteorología, ha decidido sumarse a las diversas intenciones y acciones dirigidas a celebrar el aniversario 500 de la ciudad de La Habana; y lo hace con un número especialmente dedicado a la efeméride, centrado en los temas propios de las ciencias de la atmósfera y en su relación con el entorno geográfico de la Capital.
Son antecedentes de esta Revista, el Boletín de la Secretaría de Agricultura Comercio y Trabajo, surgido en 1902; el Boletín del Observatorio Nacional, de 1908; y la Revista de la Asociación Cubana de Aficionados a la Meteorología (ACAM), cuyo primer número apareció en 1954. Todas, a más de por su contenido, se unen por el hecho de haber sido editadas en La Habana, cosa que no debe resultarnos extraña, al ser la Capital el principal nodo comercial del país y escenario del intenso tránsito multifuncional entre Europa y el continente americano. Sin desdoro de ello, la ciencia nacional se propuso emular con el centrismo metropolitano de la Ciudad y propició enseguida el surgimiento y desarrollo de publicaciones periódicas similares en Cienfuegos, Santiago de Cuba y Santa Clara, orientadas hacia los temas meteorológicos y climatológicos locales.
Hoy, nuestros Centros provinciales y todo el Sistema Meteorológico Nacional participan del mismo empeño: contribuir al incremento del conocimiento científico y fortalecer su papel en favor de un país sustentable y armónico con los retos que impone el clima cambiante, tal y como se estructura y articula en el colosal programa de Estado conocido como Tarea Vida, que actualmente se lleva adelante en todo el Archipiélago.
Se presenta, pues, este número especial, en el momento preciso en que se llama a la ciencia a asistir al universo de la cultura nacional, y a extraer de sus resultados de investigación la imperecedera síntesis que Martí definió con la lisura de su lenguaje, como “la utilidad de la virtud”.


Prof. Luis Enrique Ramos Guadalupe.
Miembro del Comité Editorial.