INTRODUCCIÓN
⌅Existe una preocupación estatal acerca de las afectaciones que ocasionan las inundaciones costeras en Cuba y las posibles modificaciones de su comportamiento, bajo la influencia de los cambios climáticos previstos. En varios resultados científicos obtenidos en proyectos liderados por el Instituto de Meteorología (INSMET) y rescopilados en el texto de Mitrani et al. (2017)Mitrani, I., García, E., Hidalgo, A., Hernández, I., Salas, I., Pérez, R., Díaz, O., Vichot, A., Pérez, A., Cangas, R., Álvarez, L., Pérez, O., Rodríguez, J. A., Rodríguez, C. M., Pérez, A. L., Morales, A., Viamontes, J., & Pérez, J. (2017). Inundaciones costeras en Cuba. Estructura termohalina y su influencia en las inundaciones. Editorial CITMA℡. http://www.citmatel.cu, se han abordado los aspectos siguientes:
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El comportamiento de los eventos meteorológicos que generan inundaciones costeras en Cuba.
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Las particularidades de las inundaciones por entrada del mar en las zonas costeras cubanas.
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La caracterización de las zonas más sensibles a estos eventos.
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Las posibles tendencias por el cambio climático previsto.
Se han identificado cuatros situaciones sinópticas capaces de generar inundaciones costeras de gran severidad, como son los ciclones tropicales y tres situaciones por eventos extratropicales (sistemas frontales, sures y combinación de sistemas de alta y baja presión), que afectan a la zona costera con sobreelevación del nivel del mar por rompiente de oleaje, arrastre del viento y surgencia ciclónica, predominando una u otra en dependencia de la geografía local (Mitrani et al. 2017Mitrani, I., García, E., Hidalgo, A., Hernández, I., Salas, I., Pérez, R., Díaz, O., Vichot, A., Pérez, A., Cangas, R., Álvarez, L., Pérez, O., Rodríguez, J. A., Rodríguez, C. M., Pérez, A. L., Morales, A., Viamontes, J., & Pérez, J. (2017). Inundaciones costeras en Cuba. Estructura termohalina y su influencia en las inundaciones. Editorial CITMA℡. http://www.citmatel.cu).
Es conocido que la actividad de los eventos tropicales y extratropicales se presentan con cierta periodicidad, de manera que se alternan años de alta y baja actividad de estos, en dependencia de condiciones climáticas globales (Pérez Suárez et al.1998Pérez Suárez, R., Ballester, M., González, C., & Limia, M. (1998). Los ciclones tropicales de Cuba. Variaciones y tendencias observadas. In Memorias de la Conferencia Científica sobre Ciclones Tropicales “Rodríguez in Memoriam” (pp. 30–33). WMO/SOMETCUBA/INSMET.) lo cual se manifiesta en el comportamiento de las inundaciones costeras, (Mitrani et al. 2012Mitrani, I., Díaz, O. O., Vichot, A., Hernández, I., Hidalgo, A., García, E., & Rodríguez, J. A. (2012). Tendencias climáticas de las inundaciones costeras severas en áreas de Cuba. Revista Ciencias de La Tierra y El Espacio, 13(2). http://www.iga.cu/publicaciones/revista/index.htm, 2016Mitrani, I., García, E., Hidalgo, A., Hernández, I., Díaz, O. O., Vichot, A., Pérez, A., & Rodríguez, J. A. (2016). The coastal flood regime around Cuba, the thermohaline structure influence and its climate tendencies. Journal of Environment and Ecology Research, 4(2), 37–49. https://doi.org/10.13189/eer.2016.040201, 2017Mitrani, I., García, E., Hidalgo, A., Hernández, I., Salas, I., Pérez, R., Díaz, O., Vichot, A., Pérez, A., Cangas, R., Álvarez, L., Pérez, O., Rodríguez, J. A., Rodríguez, C. M., Pérez, A. L., Morales, A., Viamontes, J., & Pérez, J. (2017). Inundaciones costeras en Cuba. Estructura termohalina y su influencia en las inundaciones. Editorial CITMA℡. http://www.citmatel.cu). También por estudios con modelos climáticos, se ha notado un corrimiento de la circulación del Atlántico hacia el norte y esto se refleja en las trayectorias de huracanes, donde predomina también un corrimiento más al norte de lo habitual (Martínez et al. 2011Martínez, D., Borrajero, I., Bezanilla, A., & Centella, A. (2011). La ocurrencia de ciclones tropicales en el Caribe y México y el calentamiento global. Aplicación de un modelo climático regional. Revista Ciencias de La Tierra y El Espacio, 12, 17–30. http://www.iga.cu/publicaciones/revista/index.htm).
En las primeras décadas del siglo XXI, se ha notado un auge en las inundaciones de gran intensidad, generadas por huracanes, mientras que la influencia de los eventos extratropicales (sures, sistemas frontales, combinaciones de sistemas) ha disminuido hasta el punto de no registrarse inundaciones costeras muy intensas, por esta causa.
En el presente trabajo, se plantea como objetivo, mostrar el comportamiento de las inundaciones costeras en los primeros años del siglo XXI, acorde con la frecuencia de los eventos tropicales que las han generado durante un período de auge de la actividad ciclónica en el Atlántico y de algunos sistemas frontales. No se registraron inundaciones por otras causas.
MATERIALES Y MÉTODOS
⌅El área de estudio será el archipiélago cubano y mares adyacentes, según se muestra en la Figura 1.
Como fuentes de información, se utilizaron las siguientes:
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Resúmenes de Temporadas, disponibles en el sitio web del Instituto de Meteorología (INSMET, 2000-2020Instituto de Meteorología (INSMET). (2000). Ciclones tropicales; Resúmenes de temporada. Instituto de Meteorología. http://www.insmet.cu), de donde se tomaron la mayoría de los datos acerca del alcance horizontal y vertical de las inundaciones costeras en territorio cubano, generadas por ciclones tropicales. Al no disponer de mediciones instrumentales, todos estos datos provienen de apreciaciones visuales, a partir de marcas de agua que quedaron en el lado contrario a la dirección de arribo de la masa de agua, observadas en paredes u otros objetos localizados en la zona de inundación. Se toman de esta forma para no confundirse con las marcas de rompiente de olas1Comunicación personal del Msc. Reinaldo Casal Taylor, investigador del Centro de Meteorología Marina del Instituto de Meteorología.. Ocasionalmente, las observaciones son realizadas por especialistas del INSMET que visitan el lugar, mediante expediciones posteriores al evento, o bien por testimonios de vecinos residentes en el lugar. La secuencia de datos puede presentar frecuentes irregularidades, puesto que no siempre se realizan estas expediciones, que resultan costosas pero cuya continuidad sería muy importante porque permitirían al menos estimar las dimensiones de la de la sobreelevación del nivel del mar que acompaña a la masa de agua que penetra en tierra.
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Estimaciones de alcance vertical y horizontal de inundaciones costeras al paso de los huracanes Ida del 2021 y Ian del 2022, publicados por Hernández Capote & Gómez Zamora (2022)Hernández Capote, F., & Gómez Zamora, Y. (2021). Resumen del paso del huracán Ida por la provincia de Artemisa. Revista Cubana de Meteorología, 27(4), 1–8. https://cu-id.com/2377/v27n4e10 para el caso Ida y la de Alvarez Capote & Gómez Zamora (2023Alvarez Capote, N., & Gómez Zamora, Y. (2023). Resumen del paso del huracán Ian por la provincia de Artemisa. Revista Cubana de Meteorología, 29(1), 1–8. https://cu-id.com/2377/v29n1e05). Resultaron muy útiles estos textos, puesto que los Resúmenes de Temporada de esos años, no se encontraban disponibles en el sitio web del INSMET.
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Archivos del Centro de Meteorología Marina del INSMET (CMM/INSMET), donde se conservan los textos de los pronósticos y avisos operacionales.
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Archivos del National Hurricane Center (NHC, 2000-2022National Hurricane Center Archives (NHC). (2000). National Hurricane Center Archives. http://www.nhc.noaa.gov), de donde se tomaron los reportes de huracanes para todo el período analizado. Hay tres casos (Elsa y Fred de 2021, y Alex de 2022), que no aparecen en el sitio web del INSMET, por lo que se tomó solo la información de NHC y de los archivos de CMM/INSMET. Aunque no causaron inundaciones costeras notables, se contabilizaron como casos de afectación, dado que generaron fuertes vientos, intensas lluvias y oleaje.
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Gráfico del comportamiento del índice ONI (Ocean NIÑO Index), tomado del sitio web Climate (2023)Climate. (2023). Climate Dashboard-variability-Oceanic-Niño-Index-graph-20230824-1400px.png. National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA. https://www.climate.gov/media/15551. Fue utilizado para caracterizar el comportamiento de las fases del evento NIÑO. Recordar que se ha definido un umbral de +/- 0,5oC para el Índice del Niño Oceánico (ONI), a partir de la media móvil de 3 meses de anomalías de la temperatura de la superficie oceánica en la región del Niño 3.4 (5oN-5oS; 120o-170oW)], basado en períodos base centrados de 30 años, que son actualizados cada 5 años (CPC, 2020Climate Center Prediction (CPC). (2020). Cold and Warm Episodes by Seasons. ONI index. Climate Center Prediction. https://origin.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuff/ONI_v5.php).
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Gráfico de las anomalías de la temperatura superficial oceánica del Atlántico Norte, tomado de Copernicus (2023)Copernicus. (2023). Daily sea surface temperature anomaly (°C) averaged over the northeastern Atlantic region during 2023 and for previous years from 1979 to 2022. Copernicus Climate Change Service/ECMWF. https://climate.copernicus.eu/sites/default/files/custom-uploads/Page%20Uploads/June%2023%20CB/fig3a_plot_era5_daily_series_anomaly_stacked_bluered_sst_neatlantic.pdf, calculadas con respecto al período base 1990-2020.
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Batimetría y topografía, tomados del Atlas GEBCO-2009General Bathimetry Chart of the Ocean (GEBCO). (2009). Digital Bathymetry Atlas. British Oceanographic Data Center, Intergovernmental Oceanographic Commission, International Hydrographical Organization, Environment Research Council. https://www.gebco.net/data_and_products/gebco_digital_atlas/, con 900 m de resolución espacial horizontal
Es necesario aclarar que la información acerca de la ocurrencia de inundaciones costeras en Cuba, para los años anteriores a 1965 (año de fundación del Instituto de Meteorología) es dificil de localizar, debido a que las diversas fuentes de información existentes (principalmente, medios de prensa), anteriores al triunfo de la Revolución Cubana, solo daban importancia a caso muy severos y en especial, ocurridos en la capital. En los últimos 15 años, gracias a los esfuerzos de los participantes en proyectos liderados por el Msc. Axel Hidalgo Mayo, se ha logrado completar series de varios años de ocurrencia de inundaciones en todo el país, e incluso determinar sus períodos de retorno (Hidalgo Mayo & Mitrani Arenal, 2022Hidalgo Mayo, A., & Mitrani Arenal, I. (2022). Período de retorno de las inundaciones costeras en el archipiélago cubano. Revista de Ingeniería Hidraúlica y Ambiental, 43(1), 3–11. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1680-03382022000100003), pero la serie cronológica de inundaciones ocurridas en La Habana y conservada en el Centro de Meteorología Marina (CMM/INSMET), continúa siendo la más informativa, abarcando desde 1901 hasta el presente.
También en La Habana, se manifiesta como limitación, que no existen observaciones instrumentales acerca de la altura de la sobreelevación del nivel del mar y del alcance horizontal de entrada de la masa en tierra, en las áreas de inundación. La información adquirida, procede de apreciaciones visuales de especialistas que visitan dichas áreas o por testimonios locales de los vecinos, de manera que los alcances de las inundaciones suelen estimarse por las marcas de agua en terrenos y paredes, de la misma manera antes explicada para el resto del país.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
⌅De la información analizada en los resúmenes de temporada (INSMET 2000-2020Instituto de Meteorología (INSMET). (2000). Ciclones tropicales; Resúmenes de temporada. Instituto de Meteorología. http://www.insmet.cu) y reportes de NHC (2000-2022)National Hurricane Center Archives (NHC). (2000). National Hurricane Center Archives. http://www.nhc.noaa.gov, se pudo identificar los huracanes que han afectado al territorio cubano de diversas maneras, aunque algunos no tocaron tierra cubana. En la Tabla 1, se asentaron las afectaciones por año, destacando los que ocasionaron inundaciones costeras
Año | Total CT | Huracanes | TT | DP | El centro tocó tierra cubana | Causaron Inundaciones costeras |
---|---|---|---|---|---|---|
2000 | 1 | 0 | 0 | 1 | 1 | |
2001 | 1 | 1 | 0 | 1 | 1 | |
2002 | 2 | 2 | 0 | 2 | 2 | |
2004 | 2 | 2 | 0 | 2 | 2 | |
2005 | 5 | 3 | 2 | 2 | 3 | |
2006 | 3 | 0 | 3 | 1 | 0 | |
2007 | 3 | 1 | 1 | 1 | 2 | 1 |
2008 | 5 | 4 | 1 | 4 | 4 | |
2010 | 3 | 1 | 1 | 1 | 1 | 1 |
2012 | 2 | 1 | 1 | 2 | 2 | |
2015 | 1 | 1 | 0 | 1 | 1 | |
2016 | 3 | 2 | 1 | 1 | 2 | |
2017 | 3 | 2 | 0 | 1 | 2 | 1 |
2018 | 2 | 1 | 1 | 1 | 0 | |
2020 | 2 | 2 | 1 | 0 | ||
2021 | 3 | 1 | 2 | 3 | 1 | |
2022 | 2 | 1 | 1 | 1 | 1 | |
TOTAL | 43 | 23 | 16 | 4 | 28 | 22 |
Leyenda: CT-Ciclones Tropicales TT-Tormentas Tropicales DT-Depresión Tropical
De la Tabla 1 se aprecia que en 22 años (entre 2000 y 2022) unos 43 ciclones tropicales han afectado al territorio cubano para un promedio de 1,95 casos por año, sea por impacto directo en tierra (más del 65 %) o en su trayectoria por aguas aledañas a Cuba, ocasionando daños por fuertes lluvias, vientos intensos, marejadas e inundaciones costeras. Más de la mitad de los casos, afectaron a Cuba en el estadío de huracán. En la misma etapa, un total de 22 ciclones tropicales han ocasionado inundaciones costeras de cierta importancia, para un comportamiento de al menos 1 inundación costera por año en algún punto del territorio cubano.
En la Tabla 2 se asentaron los datos de huracanes e información acerca de las inundaciones costeras, que pudo adquirirse de los Resúmenes de Temporada del INSMET (2000-2020)Instituto de Meteorología (INSMET). (2000). Ciclones tropicales; Resúmenes de temporada. Instituto de Meteorología. http://www.insmet.cu. Para los años 2021 y 2022, se consultaron los reportes de NHC (2000-2022)National Hurricane Center Archives (NHC). (2000). National Hurricane Center Archives. http://www.nhc.noaa.gov, la publicación de Hernández Capote & Gómez Zamora (2022)Hernández Capote, F., & Gómez Zamora, Y. (2021). Resumen del paso del huracán Ida por la provincia de Artemisa. Revista Cubana de Meteorología, 27(4), 1–8. https://cu-id.com/2377/v27n4e10 para el caso “Ida” y la de Alvarez Capote & Gómez Zamora (2023)Alvarez Capote, N., & Gómez Zamora, Y. (2023). Resumen del paso del huracán Ian por la provincia de Artemisa. Revista Cubana de Meteorología, 29(1), 1–8. https://cu-id.com/2377/v29n1e05 para el caso “Ian” de 2022.
Evento tropical y año de afectación | Localidad afectada por inundación costera | (∆Z)-Sobreelevación del nivel del mar (∆X) alcance horizontal | |
---|---|---|---|
1 | Michelle, 2001 | ||
2 | Isidore, 2002 | ||
3 | Lily, 2002 | ||
4 | Charley,2004 | ||
5 | Iván, 2004 (No tocó tierra) | ||
6 | Dennis, 2005 | ||
7 | Katrine, 2005 (No tocó tierra) | ||
8 | Wilma, 2005 (No tocó tierra) | ||
9 | Dean, 2007 | ||
10 | Gustav, 2008 | ||
11 | Hanna, 2008 (No tocó tierra) | ||
12 | Ike,2008 | ||
13 | Paloma, 2008 | ||
14 | Tomás, 2010 | ||
15 | Issac, 2012 | ||
16 | Sandy, 2012 | ||
17 | Joaquín, 2015 | ||
18 | Hermine, 2016 (No tocó tierra) | ||
19 | Mattews, 2016 | ||
20 | Irma, 2017 | ||
21 | Ida,2021 | ||
22 | Ian, 2022 |
De la tabla anterior, es posible apreciar que la mayor parte del perímetro costero cubano puede ser afectado por inundaciones costeras, genradas por huracanes, siendo las costas de las provincias occidentales, las màs sensibles a este fenómeno, especialmente el área de amplia plataforma al sur de Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río, en áreas adyacentes al golfo de Batabanó. En orden de afectación le sigue la ciudad de La Habana y posteriormente, el sur de las provincias centrales, aledañas a la zona de amplia plataforma que contiene los golfos de Ana María y Guahacanayabo. Le siguen en orden de afectación la costa nor-oriental y en particular, la ciudad de Baracoa, cuya batimetría y topografía locales son favorables a las inundaciones por rompiente de oleaje.
Se destaca en la lista de inundaciones, que si bien ha habido casos muy severos al paso de Wilma en 2005 e Irma en 2017, estos eventos no tocaron tierra en la isla de Cuba, por lo que no ha ocurrido ninguna inundación con las dimensiones de las ocurridas en la primera mitad del siglo XX, como fueron las de 1926 y 1944 en La Habana, generadas por huracanes que atravesaron la ciudad de sur a norte, la de 1932 al sur de Camaguey que se estima sobrepasó los 6 m de altura y la del Golfo de Batabanó en 1944 (el mismo huracàn que alcanzó a La Habana), que se estima también sobrepasó los 6 m (ver estimas y testimonios recogidos en Mitrani et al. 2017Mitrani, I., García, E., Hidalgo, A., Hernández, I., Salas, I., Pérez, R., Díaz, O., Vichot, A., Pérez, A., Cangas, R., Álvarez, L., Pérez, O., Rodríguez, J. A., Rodríguez, C. M., Pérez, A. L., Morales, A., Viamontes, J., & Pérez, J. (2017). Inundaciones costeras en Cuba. Estructura termohalina y su influencia en las inundaciones. Editorial CITMA℡. http://www.citmatel.cu).
Para distinguir si efectivamente ha habido un incremento en la ocurrencia de las inundaciones costeras en Cuba, se analizó la ocurrencia de inundaciones moderadas y fuertes en La Habana durante el siglo XX y lo que va del XXI. Las primeras décadas de ambas centurias se destacan por la ocurrencia de inundaciones fuertes, generadas por huracanes (ver la Figura 2).
Se aprecia que la tendencia lineal es hacia el aumento, mientras que la línea de medias móviles indica una alternancia de períodos de alta y baja frecuencia de ocurrencia de las inundaciones severas por cualquier causa, con alternancia en el entorno de 30-40 años.
Según los cálculos de período de retorno de inundaciones en La Habana, actualizados por Mitrani et al. (2019)Mitrani-Arenal, I., Hidalgo-Mayo, A., Cabrales-Infante, J., & Vichot-Llamo, A. (2019). The coastal flood regime and its climate tendencies at the Havana City shore area. Revista Cubana de Meteorología, 25(3), 381–391. http://opn.to/a/OIClb, es de esperar una inundación de moderada a fuerte, al menos una vez en 10 años. Pudiera pensarse, examinando los años de ocurrencia de casos muy severos en la primera primera mitad del siglo XX, que los semejantes a estos en el siglo XXI, aún están por ocurrir, sobre todo si se tiene en cuenta que con una separación en el entorno de 100 años, hubo grandes inundaciones por huracanes en La Habana en 1906 y en 2005, así como en 1919 y en 2017. El año 1926 debe caer en la siguiente etapa, tomando en cuenta otra curiosidad y es que se registraron grandes inundaciones por huracanes en 1844 y 1944, documentadas en la cronología de huracanes de los archivos del Centro del Clima del INSMET, elaborada por el Dr. Ramón Pérez Suárez. Puesto que el período de retorno de una inundación severa es del orden de 1/10 años, parece lógico pensar que debe existir un armónico de 100 años, solo que para comprobarlo harían falta series muy largas, tarea que va quedando para investigadores del futuro.
Otro aspecto a destacar de los años 2000-2022, es la ausencia de inundaciones generadas por sures y combinaciones de sistemas en el Atlántico, pero además las inundaciones por sistemas frontales ocurridas unicamente en La Habana, no clasifican como de gran severidad. En la tabla 3 se listan los eventos más sobresalientes, que ocasionaron inundaciones en La Habana calificadas de ligeras a moderadas, o bien de moderadas a fuertes, pero todos en el entorno del nivel de moderados. Estos coinciden generalmente con etapas de fase ENOS positiva o bien negativa pero cercana a neutra, según se pudo comprobar por los valores ONI del sitio web CPC(2020)Climate Center Prediction (CPC). (2020). Cold and Warm Episodes by Seasons. ONI index. Climate Center Prediction. https://origin.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuff/ONI_v5.php. Pueden presentarse años como 2017 (Figura 3), donde las fases se cambian varias veces y entonces se presentan inundaciones invernales y en temporada de ciclones tropicales.
Fecha de afectación por frentes fríos | Fase ENOS, según índice ONI (CPC, 2020) | Afectaciones por CT en La Habana, en los mismos años | |
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1 | 2 /marzo/2009 | Negativa, casi neutra; cambió a positiva en abril-mayo-junio | NO |
2 | 3/marzo/2010 | Positiva | NO |
3 | 12/diciembre/2010 | Negativa | NO, afectación “Paula” sin inundación costera |
4 | 16/enero/2016 | Positiva | NO |
5 | 22/enero/2016 | Positiva | NO |
6 | 21/enero/2017 | Negativa, casi neutra; cambió a positiva en marzo y a negativa en julio | SI, afectación “Irma” con inundación fuerte |
7 | 19/diciembre/2018 | Positiva | NO |
Al sumar esta 7 inundaciones con las 21 registradas por huracanes en todo el país, da un total de 28 casos entre 2000 y 2022, para un promedio de 1.27 casos por año para el territorio cubano, por cualquier causa.
Grey et al. (1997)Gray, W. L., Sheaffer, J. D., & Landsea, C. W. (1997). Climate Trends Associated with Multidecadal Variability of Atlantic Hurricane Activity. In Hurricanes Climate and Socioeconomics Impacts (p. 292). Springer-Verlag. https://doi.org/10.1007/978-3-642-60672-4_2 y Ballester et al. (2010)Ballester, M., González, C., & Pérez, R. (2010). Variabilidad de la actividad ciclónica en la región del Atlántico Norte y su Pronóstico. Editorial Academia. señalan que el período 1970-1994 se caracterizó por ser un período de baja actividad ciclónica, debido a las bajas temperaturas oceánicas y al desfavorable comportamiento de los patrones de circulación atmosférica, influidos por la frecuente ocurrencia del evento NIÑO, pero que a partir de 1995 aparece un auge en las temporadas ciclónicas porque comienza un calentamiento superficial y un aumento en la ocuerrencia de la fase NIÑA o neutra del evento ENOS. Por otra parte, Pérez Parrado (1995)Pérez Parrado, R., Rego, J., & García, O. (1995). Efectos del evento ENOS durante la temporada invernal en Cuba. Boletín SOMETCUBA, 1(2). señala que el evento NIÑO promueve el desplazamiento de la circulación continental hacia el Golfo de México, de manera que se inhibe la actividad ciclónica; en esta situación, las bajas extratropicales provenientes del continente bajan en latitud y los sistemas frontales afectan con más fuerza a Cuba, generando intensas inundaciones costeras durante la temporada invernal.
Para integrar todas las partes, pudiera identificarse la década de los 90 del siglo XX como de transición hacia el auge de la actividad ciclónica del siglo XXI, tomando en cuenta que en 1992, 1993 y 1998 ocurrieron tres tormentas extratropicales muy intensas, que generaron inundaciones fuertes en la ciudad de La Habana, bajo la influencia de la fase NIÑO, siendo la de 1993, generada por la Tormenta del Siglo, la más intensa de que se tiene noticia por esta causa para la capital del país.
En el presente está transcurriendo un período de gran actividad ciclónica en el Atlántico, donde hay un par de aspectos que concurren:
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1) Frecuencia en la ocurrencia de fases NIÑA y neutras del evento ENOS, que favorecen el desplazamiento de la circulación tropical hacia latitudes medias. Un buen indicador es el ídice ONI, el cual ha predominado en valores negativos o cercanos a cero (valores casi neutros), según muestra el gráfico de la Figura 3:
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2) Predominio de altas anomalías de las temperatura océanicas en el Atlántico, con énfasis en su mitad oriental.
Del gráfico publicado por Copernicus (2023)Copernicus. (2023). Daily sea surface temperature anomaly (°C) averaged over the northeastern Atlantic region during 2023 and for previous years from 1979 to 2022. Copernicus Climate Change Service/ECMWF. https://climate.copernicus.eu/sites/default/files/custom-uploads/Page%20Uploads/June%2023%20CB/fig3a_plot_era5_daily_series_anomaly_stacked_bluered_sst_neatlantic.pdf, que se muestra en la Figura 4, se aprecia que las anomalías de la temperatura en el Atlántico Oriental, en general se han conservado positivas y muy altas en el siglo XXI (líneas rojas). Es una situación favorable a la ciclogénesis, especialmente en las cercanías de las costas africanas, por donde transitan los disturbios que habitualmente evolucionan como ciclones tropicales.
Estas anomalías son atribuibles al calentamiento global por el cambio climático previsto y dentro de ese contexto, los autores de la presente investigación consideran, como un aspecto más a tomar en cuenta, que hacia la región tropical central del Atlántico,en el entorno de los 45°W y entre 15-30°N, esta situación está fuertemente influida por el comportamiento de la circulación termohalina en el Atlántico, modulada por la interacción entre las descargas del Amazonas y las aguas del Atlántico Central Tropical. Se ha documentado que el caudal del Amazonas ha disminuido debido a los frecuentes episodios de sequía (Nobre et al, 1991Nobre, C. A., Sellers, P. J., & Shukla, J. (1991). Amazonian Deforestation and Regional Climate Change. Journal of Climate, 4(10), 957–988. https://doi.org/10.1175/1520-0442(1991)004<0957:ADARCC>2.0.CO;2; Ronchail et al. 2005Ronchail, J., Labat, D., Callede, J., Cochonneau, G., Guyot, J. L., Filizola, N., & De Oliveira, E. (2005). Discharge variability within the Amazon basin,Regional Hydrological Impacts of Climatic Change-Hydroclimatological Variability. In (pp. 21–29). IAHS Publ. 296.) y esta disminución del aporte de agua fresca al Atlántico ha colaborado con el aumento de la salinidad en el área tropical central y por tanto, de su capacidad calórica (Mitrani et al. 2020).
Por otra parte, las salidas de modelos acoplados globales indican un incremento de la salinidad y la temperatura en aguas aledañas a Cuba (Mitrani et al. 2019Mitrani-Arenal, I., Hidalgo-Mayo, A., Cabrales-Infante, J., & Vichot-Llamo, A. (2019). The coastal flood regime and its climate tendencies at the Havana City shore area. Revista Cubana de Meteorología, 25(3), 381–391. http://opn.to/a/OIClb), de modo que el actual auge de la actividad ciclónica pudiera prolongarse unos años más.
CONCLUSIONES
⌅-
Durante el período 2000-2022, se aprecia un auge en la ocurrencia de inundaciones costeras de gran severidad, principalmente generadas por ciclones tropicales que tocaron tierra cubana (más del 65%) o pasaron por sus cercanías, de manera que la afectación a Cuba ha sido del orden de casi 2 eventos por año como promedio (más de la mitad en etapa de huracán) y de ellos, más del 50% han generado inundaciones costeras en algún punto del territorio cubano, con una frecuencia de al menos un evento por año.
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La serie cronológica de inundaciones costeras en La Habana, muestra un aumento desde 1901 hasta el presente, con alternancia de períodos de auge o depresión de 30 a 40 años, aunque la etapa 1980-2020 al parecer se prorrogaría, favorecida por el aumento de la teamperatura superficial oceánica de gran influencia en la ciclogénesis.
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Se destaca que no hubo inundaciones notables por sures, que ocasionalmente afectan al Golfo de Batabanó, y tampoco por combinaciones de altas y bajas en el Atlántico, que ocasionalmente afectan a la región nor-oriental Gibara-Baracoa.
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Las inundaciones por sistemas frontales, de alguna importancia, fueron 7 en total y clasificadas en el entorno de moderadas, es decir, ninguna llegó a ser francamente intensa Sumadas con las generadas por ciclones tropicales, da un total de 28 inundaciones con un promedio de 1.27 de ocurrencia por cualquier causa para el territorio cubano, en los años 2000-2022.
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El comportamiento de los ciclones tropicales, en frecuencia e intensidad, se muestran acordes con los valores negativos o cercanos a cero del índice ONI, que indican predominio de la fase NIÑA, lo cual favorece a los patrones de trayectorias hacia el oeste y que se inhiba la actividad de sistemas frontales, al mantenerse la circulación continental en latitudes medias y altas.
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El incremento de la temperatura superficial sobre el Atlántico, con anomalías positivas, ha sido también una potente fuente de energía para el desarrollo de los ciclones tropicales que han alcanzado el territorio cubano.
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Se manifiesta una repetición de sucesos con intervalos de casi 100 años, entre huracanes que afectaron a La Habana con intensas inundaciones costeras. Así, se han registrado uno en 1906 y otro en 2005, uno en 1919 y otro en 2017, pero además está documentado en el Centro del Clima del INSMET, uno en 1844 y otro en 1944.