Ciudad de privilegiada posición geográfica, ubicada en el centro sur del país, posee una de sus mayores y mejores bahías de bolsa, refugio constante de los más connotados corsarios y piratas de su tiempo. La rada fue bautizada, por sus inigualables atributos, mucho antes de su fundación, como el “Gran Puerto de la Américas”, fuente de inspiración y riquezas, concha que se abre al mundo con amplios tesoros patrimoniales, comerciales y turísticos, es hoy reconocida dentro y fuera del país como “La Linda Ciudad del Mar”.
Los valores patrimoniales que posee, han logrado sobrevivir el devenir del tiempo, sitio de encanto, que con un halo de magia imperceptible, seduce a todos, posee un centro histórico bañado por las azules aguas que lo envuelve y condiciona, delineando el marco de referencia física del cienfueguero, enraizando el amor perdurable por esta tierra de mitos y leyendas.
Fundada como Colonia: a titularse Fernandina de Jagua -actual Cienfuegos- bajo los aires de la ilustración francesa en el siglo XIX, por Don Luis de Clouet Favrot y un grupo de colonos -fundamentalmente de Burdeos- Francia, de la Luisiana, Filadelfia, en Estados Unidos, Europa y España, más unos pocos de residentes ya en el país. Nacía de esta manera la inigualable ciudad de Cienfuegos.
Planificada, soñada y construida bajo los cánones del reinante Neoclásico, su trazado rectilíneo definió una cuadrícula urbana, que nos entregó su estructura homogénea y compacta, aspectos que definen los grandes bloques-manzanas, junto a sus amplios y arbolados espacios públicos, factores que progresivamente fueron caracterizándola.
Su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, en el 2005, estuvo fundamentada….por constituir “…el primer y excepcional ejemplo de un conjunto arquitectónico representativo de las nuevas ideas de modernidad, higiene y orden, en el planeamiento urbano desarrollado en América Latina del siglo XIX…” Constituyó un premio a la vida y obra del pueblo cienfueguero y un reconocimiento a sus valores urbanos, artísticos y culturales, que ostenta a escala internacional.
La justa valoración y salvaguarda de lo heredado ha alimentado lo mejor de esta generación, es el empeño en el que todos debemos y deseamos consagrarnos, manteniendo el legado de nuestros primigenios fundadores, visionarios del futuro conquistado.
Para celebrar dignamente el Bicentenario de su fundación, se ha venido trabajando fuertemente desde hace varios años, en la preparación y materialización del Programa diseñado, concebido y aprobado por las máximas autoridades del territorio, quienes contaron desde los primeros momentos con la validación de la población, incluyendo a todos los actores de la ciudad.
Su estrategia cimentada en el Proyecto Cienfuegos 200, ha tenido entre sus objetivos, la realización de múltiples y variadas obras constructivas, así como otras acciones intangibles, de gran trascendencia por parte de los diferentes sectores sociales, que contribuirán a la satisfacción espiritual del culto pueblo cienfueguero.
Esta revista también pretende saldar en el Bicentenario de la Ciudad, una deuda que no habíamos podido satisfacer, plasmar en sus páginas los resultados científicos más actuales en el campo de las ciencias meteorológicas relacionados con Cienfuegos. Este modesto aporte resalta la condición de que Cienfuegos no es producto de los siglos, sino de la voluntad humana y el sacrificio de sus hombres.
Pero no cualquier hombre, los hombres de ciencia, quienes han sabido incluir su sapiencia, en el mejoramiento, la salvaguarda y el cuidado de la ciudad toda, contenedor por excelencia de la vida diaria y ordenada que vivimos. Ellos con sus artículos nos harán más sabios, si de saberes se trata y más humanos si de nuestra condición existimos, por que ser cubano es un orgullo, pero ser Cienfueguero es un privilegio.